La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos, cuánto nos queremos, cómo nos valoramos, cómo nos sentimos capaces de enfrentarnos a situaciones, personas, momentos,…
La autoestima es un valor, una importante característica de personalidad que va variando a lo largo de nuestra vida, que se va desarrollando, normalmente, incrementándose, aunque a veces, las situaciones, las experiencias hacen que podamos cambiar el concepto de nosotros mismos en un sentido negativo.
La autoestima se empieza a generar desde que empezamos a relacionarnos con nuestro entorno, al principio es a través del Espejo Social, el mensaje que nos devuelve el mundo, principalmente a través de nuestros padres, familiares, amigos, colegio,… todos esos: tu vales!, Tú puedes!, Qué bien lo has hecho!, Que listo eres!, Qué guapa eres!, O, deja eso!, Tú no lo toques que no sabes!, tú no puedes!, Déjame hacerlo a mi!, Eres tonto!!, nunca aprenderás!, etc.
Con las felicitaciones, reproches y nuestras experiencias vamos creando nuestro autoconcepto.
La Autoestima se nutre de dos pilares fundamentales:
1- Los logros:
todo lo que vamos consiguiendo, a todo lo que nos vamos enfrentando y obtenemos un buen resultado o una buena evaluación (estamos contentos de lo que hemos hecho aunque no hayamos obtenido el resultado esperado): Los resultados académicos, las actividades deportivas (si somos buenos en fútbol, baloncesto, en correr,…), artísticas (si cantamos bien, tocamos algún instrumento,…), la relaciones sociales (tenemos amigos, nos sentimos queridos, sabemos hacer amigos y mantenerlos,…),… Si vamos consiguiendo valorar todos los logros que vamos obteniendo, ello debe repercutir directamente en el siguiente pilar de la autoestima:
2- Nuestras cualidades:
nuestros rasgos definitorios de nosotros mísmos: soy lista, soy buen amigo, soy buen deportista, soy perseverante, soy un desastre, soy malo para los deportes,…
El principal problema al que se enfrenta la baja autoestima es el no ser objetivos al valorar nuestros logros y nuestras cualidades. Esto genera personas inseguras, que no se valoran, que tienen miedo a los cambios, que no quieren enfrentarse a situaciones nuevas en su vida o piensan que lo van a hacer mal,…
Una primera recomendación para ir trabajando este cambio e ir desarrollando nuestra autoestima es volver al espejo social, pero al positivo: cuando alguien nos haga un cumplido, cuando nos dicen que el trabajo está bien hecho, cuando tenemos un buen resultado, en lugar de dejar que nuestra baja autoestima lo tire por tierra intentaremos darle credibilidad, y pensar que si me lo han dicho por algo será, aunque yo no lo crea…